Empezamos en los tiempos donde la buena comida era un gusto al paladar, donde el dar nunca estaba de más y donde nuestra mayor aspiración era hacerte disfrutar del buen producto de la tierra y de la forma más artesana posible.

1965.

Ese fue el año de comienzo, empezando por las ferias. Seguidamente, una pequeña tienda con su tostador de frutos secos y una sartén para las patatas fritas, optando siempre por la mejor calidad y cuidado del alimento.

Y poco a poco, creciendo hasta la actualidad, cultivando, mejorando, y llevando a cabo la forma artesanal de antes, siguiendo la misma receta que a nuestros clientes siempre les ha gustado tanto.

Apostando por la calidad, tradición y el sabor que a ti te gusta, el de toda la vida.